DIA MUNDIAL DEL SUEÑO:
OBESIDAD Y TRASTORNOS DEL SUEÑO
El 18 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño el cual busca concientizar a la sociedad sobre los problemas que ocasiona no dormir bien. De acuerdo con los especialistas, los seres humanos cada vez dormimos menos, sin saber las consecuencias que esto provoca a la salud.
La dificultad para dormir es muy frecuente, pero los más vulnerables son los adultos mayores y quienes padecen sobrepeso u obesidad.
Entre las causas de los trastornos del sueño están la depresión, ansiedad, estrés, trastornos psicológicos y algunas enfermedades.
Algunas de las consecuencias de dormir mal o no dormir son:
- Un menor rendimiento laboral.
- Cansancio.
- Estado de ánimo irritable.
- Depresión e incluso hipertensión arterial.
En el caso de los menores de edad, no solo puede influir negativamente en el aprendizaje y en la escuela, sino que también puede afectar el crecimiento.
Otro trastorno del sueño es el síndrome de apneas de sueño; las personas que la presentan tienen pausas respiratorias mientras duermen. Los síntomas incluyen ronquidos fuertes, dificultad para respirar e intervalos en el ritmo respiratorio, que producen despertares frecuentes que alteran la calidad del sueño y causan somnolencia diurna.
Se afirma que existe una correlación significativa entre el Índice de Masa Corporal (IMC) y el índice de apnea-hipopnea (considerado como indicador para el diagnóstico de apnea del sueño) y que más del 82% de las personas obesas lo sufren.
En cuanto a la relación "obesidad – ronquidos y apneas", los especialistas explican que los mecanismos neurofisiológicos que regulan el ciclo del sueño-vigilia también participan en la regulación de la conducta alimenticia, por lo que cuando existe algún trastorno en el dormir, se presentan alteraciones en aquella, y a la inversa.
Según explican, de las cuatro etapas del sueño, en la tercera es donde se producen las hormonas del crecimiento y de la saciedad, y en el individuo obeso dura menos que lo normal. En consecuencia, se afecta el desarrollo físico y, en lo relativo a la alimentación, no sienten cuando están satisfechos lo que los lleva a seguir comiendo y, por ende, a seguir ganando peso con el tiempo.
Pero aún más, en el caso de los niños, en esta cuarta etapa del sueño es en la cual también se consolida el aprendizaje, de aquí que estos menores suelen tener también más dificultades cognitivas.
Otro punto importante es la respuesta al estrés, ya que también se ve afectada en los individuos con sobrepeso, porque en la última etapa del sueño, se disminuye la secreción de la hormona cortisol, situación que los hace más vulnerables a las tensiones y al estrés.
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