El comer con las manos es un paso importante hacia su independencia y ayuda a desarrollar sus habilidades motoras finas y la coordinación. El dejar que el bebe tome con sus dedos los alimentos, que juegue con ellos, los aplaste, embarre y los manipule con sus manos, permite que vayan desarrollando el tacto al sentir las diferentes texturas. Aprenden a distinguir entre duro, blando, pegajoso, húmedo o seco, líquido o solido y frío o caliente.
Por otra lado, cuando le permitimos que con sus manitas tome los alimentos puede oler con mayor facilidad a los alimentos, lo que permite desarrollar este sentido y hacer la relación de olor con cada uno de los alimentos.
El darle alimento de distintos colores estimula su visión e incrementa el apetito, por lo que darle en cada alimento un poco de cada uno de los grupos de alimentos (verduras, frutas, productos de origen animal, cereales, etc) es recomendable. Así pueden ir aprendiendo y distinguiendo el nombre de los distintos colores y relacionando el sabor de cada uno de los alimentos. Hoy en día vemos libros y programas de televisión donde los mismo platillos los decoran de formas de animales o muñecos para hacerlos más atractivos a la vista y que coman con mayor entusiasmo. El hacerles la hora de la comida un tiempo agradable ayuda a que aprendan a comer con gusto.
Recuerde que el juego es la manera de trabajo de los niños y que el aprendizaje ocurre a medida que exploran y se ensucian, así que la próxima vez que vea a su bebe o cualquier niño pequeño embarrarse de comida la cara, las manos, la mesa etc. sea paciente y motive a que siga dándose de comer por si mismo.
Ya de los papas dependerá el balance de los alimentos para que también coman de forma adecuada y se desarrollen y crezcan de forma correcta. Consulte a su nutrióloga los requerimientos alimenticios de sus hijos.
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