Actualmente sabemos que la genética juega un rol importante en el problema de obesidad. Recientes estudios sobre el gen de la obesidad informan que se éste gen llamado FTO se localiza en el cromosoma 16. Las personas que presentan una copia, en su ADN, del FTO tienden a pesar 1.5 kg más que las personas que no lo portan; mientras que las personas que portan 2 copias del gen pesan hasta 3 kilogramos más.
Se cree que este gen interviene en el metabolismo o quema de calorías. El tener este gen presente hace que el metabolismo sea más lento, se quemen menos calorías y por consecuencia se acumule la grasa de manera más fácil. Por lo tanto la persona tiende a subir de peso con mayor facilidad.
A pesar de esto, se puede afirmar que la genética no es la causante de la obesidad. Si incrementa las posibilidades de presentarla, sin embargo existen otros factores que pueden ocasionar con mayor frecuencia éste problema.
La mayoría de los investigadores concuerdan en que el aumento en los números de personas obesas hoy en día, es principalmente el resultado de cambios ambientales que han ocurrido durante las últimas décadas. Especialmente la disponibilidad de alimentos combinado con la disminución de actividad física.
Los alimentos procesados que actualmente tenemos a una disposición impresionante, aportan muchas calorías sin ningún beneficio; como lo son las harinas blancas o refinadas (pasteles, galletas, pan blanco, etc.) que contienen carbohidratos que al no tener fibra se convierten en grasa fácilmente. Así mismo los alimentos procesados como enlatados y alimentos listos para comer (pizzas, pastas y tacos congelados entre otros) tienden a contener cantidades elevadas de azúcar y de grasa. Como resultado, esto ocasiona que muchas personas consuman más calorías de las que pueden quemar, que la dieta sea elevada en azúcar y grasa y por lo tanto se dé un incremento de peso.
También las porciones han cambiado. Cada vez las porciones que consumimos en restaurantes e inclusive en casa, son mayores. Esto también se traduce en más calorías.
Por último cada vez hacemos menos ejercicio; entre horarios extensos de trabajo, el hábito de ver televisión varias horas, la falta de fomento por parte de los padres y el gusto de los videojuegos en los niños, pensamos menos en ser más activos. Esto hace que quememos menos calorías. La combinación de poco ejercicio y la alimentación alta en azúcar, grasa y calorías es el principal causante de la obesidad.
Está comprobado que aún cuando una persona tienda a subir de peso fácilmente, si lleva una alimentación balanceada, suficiente y adecuada y hace ejercicio regularmente (3 veces a la semana por una hora como mínimo) puede contrarrestar el factor genético y tener un peso dentro de los rangos aceptables. Puede ser que le cueste más trabajo mantenerse y nunca ser extremadamente delgado, pero si estar en un rango saludable que disminuya el riesgo a desarrollar todas las enfermedades que la obesidad conlleva.
Tu destino y tu salud están en tus manos. Cuida tu alimentación y aumenta tu actividad física. En "Healthy Living" podemos darte las bases para que aprendas a comer y pongas tu salud en orden.
|