Conéctate con tu cuerpo
Es muy común que nuestro cuerpo y nuestra mente trabajan de manera aislada, sin darnos cuenta que en realidad son un equipo; si logramos conectarlos podremos conseguir todos los resultados que buscamos.
Seguramente haz escuchado mucho “ama tu cuerpo” y probablemente te sonará muy trillado, sin embargo es la forma más eficaz de estar y sentirnos bien. Podemos aprovechar este mes del amor, para comenzar por demostrarlo a esa máquina perfecta que hace que podamos estar en donde estamos y hacer lo que hacemos: NUESTRO CUERPO.
Amar tu cuerpo no significa que debas aceptarlo y ya, puedes seguir trabajando para cuidarlo y lograr lo que quieres, pero desde la compasión y el respeto, lo que te hará llegar mucho más lejos.
Beneficios de conectar la mente y el cuerpo
- 1. Será más fácil quemar grasa. No amara tu cuerpo es como estar en permanente estrés y amenaza, por lo que se generas respuestas hormonales, dentro de las cuales está el aumento en los niveles de cortisol y por lo tanto acumulación de grasa, además mejorará tu digestión y tu sistema inmunológico.
- 2. Te verás mejor y más feliz. Si estás seguro de ti mismo y de tu cuerpo, lo proyectarás hasta en tu forma de caminar.
- 3. Te vas a rodear de mejores personas. Al sentirte mejor y verte mejor, más gente positiva y feliz se acercará a ti.
- 4. Evitarás la guerra constante. Al amar tu cuerpo, aceptarás que debes cuidarlo y tratarlo bien.
- 5. Te quitarás un peso de encima. Al quitarte el peso emocional que trae consigo el querer bajar de peso de una manera obsesiva, tu cuerpo lo va a sentir y comenzarás a bajar de peso casi en automático.
¿Cómo lograr esta conexión?
Healthy Living te da varias formas de lograr esta conexión y por lo tanto los resultados que buscas.
- 1. Siempre habla en positivo. Hablarte en positivo te ayudará a aumentar la conexión que existe entre el cuerpo y la mente, además de que te causará un bienestar en general, ya que te ayudará a perpetuar un círculo virtuoso.
Puedes empezar por cacharte cada vez que hagas algún comentario negativo y cambiarlo por su versión positiva. Por ejemplo, si te ves en el espejo y dices “que feo me quedo el peinado hoy” puedes cambiarlo por “ha habido días en donde me ha quedado más bonito el peinado”.
Otra forma es establecer frases y repetirlas todo el tiempo a todas horas y en todo lugar, como “me amo y me acepto”, “bendigo mis alimentos”, etc. Estas frases te ayudarán a entrar en una dinámica positiva de manera automática.
- 2. Verte cómo quieres ser y estar. Si dedicas unos minutos de cada día a visualizarte con un peso saludable, con el cuerpo que te gustaría tener, caminando de una manera más segura, etc. esto hará que tengas una imagen más clara de ti mismo y así el cerebro podrá enfocarse más fácilmente tu meta.
Claro, esto no quiere decir que no tengas que esforzarte por lograrlo, simplemente facilitas el camino.
- 3. Libera tus emociones. Lo primero que debes hacer es identificar tus emociones, eso te lleva un paso más cerca de la conexión mente y cuerpo, además de que, una vez identificadas, su intensidad puede disminuir.
Existen varias técnicas para la liberación de emociones que causan estrés o sensaciones negativas, desde colorear mándalas o jugar algo en la computadora, hasta otras técnicas más específicas, como tratar de visualizar la emoción y en donde se genera, para que de esta manera podamos expulsarla del cuerpo, escribiéndola, tirándola, rompiéndola, etc. Todas estas actividades nos alejan de la situación que nos generó la emoción en un principio y además nos obligan a concentrarnos en lo que estamos en ese momento y eso es una manera de meditación.
- 4. Haz ejercicio. Dedica algún tiempo al día para realizar ejercicios como yoga, pilates, tai chi, etc. ya que ayudan a que tu mente y tu cuerpo puedan conectarse más fácilmente por medio de las respiraciones y la meditación, además de que activan tu cuerpo y te brindan todos los beneficios de la actividad física.
- 5.Respirar, respirar y respirar. Parece obvio, sin embargo hay muchos momentos de nuestro día en donde olvidamos respirar o por lo menos no lo hacemos de la manera correcta, ya que nuestro ritmo de vida el estrés y la ansiedad que nos invade, nos hace respirar de una manera más superficial, evitando la relajación, que nuestras células, órganos y sistemas se oxigenen de manera correcta y que el equilibrio que nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan se logre.
Date el tiempo de hacer respiraciones profundas, expandiendo el estómago al inhalar y contrayéndolo al exhalar. Si lo repites varias veces al día, llegará el momento en el que lo hagas de manera automática y así tu cuerpo y tu mente tendrán el máximo beneficio.
Esta en tus manos, integra estas técnicas a tus hábitos diarios y junto con una alimentación saludable, verás como logras todo lo que te propongas.
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